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Homenaje Internacional del Círculo Internacional de Escritores "Letras del Mundo. El Eco de su voz"

  😀😀 🥰​🥰​​🙌​​🙌​  Homenaje Internacional a María Gutiérrez (escritora española, Islas Canarias). Reconocimiento del Círculo Internacional de Escritores "Letras del Mundo. El Eco de su voz". XVIII Festival Internacional Palabra en el Mundo en Chiapas. Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, CHIAPAS. 2-4 MAYO DE 2024
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  Al despertar comprendí que se trataba de una señal.⁣ Supe que era ella y regresé a buscarla. Tropezamos⁣  en la esquina de la farmacia y nos fundimos en un⁣  abrazo grande, sin miedo a las reinas del postigo, y⁣  no nos separamos. Busqué sus ojos para saludarla⁣  y hallé sus labios. Calientes. Jugosos. La besé y me⁣  embrujó. Un beso largo que me fundió como mantequilla.⁣ Comencé a tocarla, para reconocerla, y la⁣  apoyé en la pared de la botica. Acaricié sus pechos⁣  mientras buceaba en su boca. La agarré con fuerza⁣  por la cintura, le sobé el culo, volví a sus tetas sin dejar⁣  de presionarla contra el muro. No nos habíamos⁣  dicho ni una palabra. Me aparté apenas y, sin soltarla,⁣  con un gesto de la cabeza, le señalé hacia su⁣  casa. Caminamos sin separarnos, como barcos abarloados⁣  por el temporal.  Ya a cubierto le fui quitando⁣  la ropa. Quería ver su cuerpo moreno, acariciarla y⁣  lamerla lentamente. Se dejó y nos quisimos mucho.⁣ Cuando llegué al pueblo se había casado con
  Toc-toc.⁣ Soy yo. Mela.⁣ Bibiana abrió la puerta y la miró. Yo me quedé⁣  paralizada detrás de ella. La ametralladora de su  boca me cosió los labios.⁣ ¿Qué quieres?⁣ Mela parecía azorada. Habló con los ojos bajos⁣  y la voz queda del que pide. Perdona, no quiero⁣  molestarte, ¿podrías dejarme cincuenta euros?⁣ Bibiana no tenía la mañana para prestar nada. Y a⁣  Mela menos que a nadie.⁣  Aún la culpaba de lo ocurrido.⁣ Todavía me debes el alquiler y aún no me has⁣  devuelto los diez euros que te presté el domingo para⁣  el panadero.⁣ Bibiana avanzó un paso y tapó con su cuerpo el⁣  hueco de la puerta. Mela se encogió más, arrugando⁣  en el pecho las solapas de la bata.⁣ Es que vino el peón de Roque para que le mandara⁣  cincuenta euros y no sé para qué.⁣ ¿Para qué va a ser?...⁣ Oye, que somos trabajadores; pobres, pero⁣  honrados. Siempre te hemos pagado.⁣ Sí, pero todo lo meten debajo de las patas.⁣ No entendía que la gente no viviese como ella.⁣  Menos aún que Roque hubiese preferi
  El aroma de las hojas verdes que bucean como algas⁣  en el vientre de metal almibarado disuelve las penas⁣  enquistadas, los dolores antiguos, transportando a⁣  los viejos a la calidez del desierto.⁣ El anciano llena los vasitos de té espumoso, los vacía⁣  en la tetera y sirve de⁣  nuevo. Tres veces más oscuro, tres veces más dulce.⁣ En el rito del exilio los mártires de la tierra y la⁣  dignidad perdidas vuelven a su jaima por el sendero⁣  arenoso de la luna, ahuyentando las maguas y los⁣  muros vergonzosos salpicados de cadáveres.⁣ ⁣ 𝘔𝘢𝘳í𝘢 𝘎𝘶𝘵𝘪𝘦́𝘳𝘳𝘦𝘻
  La primera vez que la sentí me incorporé en la cama⁣  como impulsada por una descarga de 220 voltios,⁣  como si me hubieran aplicado un cable pelado al⁣  cuello, y mis orejas de sabueso alerta se pararon⁣ buscando en la oscuridad el origen del susurro.⁣ Jesusa, Jesusa. Quieta. La nuca erizada. Tensos los músculos, prestos⁣  a saltar. Un estremecimiento me desarma. Es ella.⁣ La siento aproximarse. Ven, mamá, acuéstate aquí⁣  conmigo. Vamos a dormir.⁣ Me embelesó el calor de su abrazo.⁣ Un escalofrío es la señal y en la azotea me trepa⁣  la columna un perenquén de ventosas heladas; un⁣  soplo en el oído en medio del pasillo; un silbido que⁣  se cuela de la calle y me anuncia la merienda.⁣ Jesusa, Jesusa.⁣ ¿Eres tú, vieja?⁣  Me alegra que vengas. Así te cuento mientras friego.⁣ Vino. Me acompañó muchas veces aquellos días de⁣  tristeza, de encierros, de miedos escondidos.⁣ Hoy la llamo por la noche mientras duermo.  Mamá,⁣  mamá.⁣ ⁣ 𝘔𝘢𝘳í𝘢 𝘎𝘶𝘵𝘪𝘦́𝘳𝘳𝘦𝘻
La parada de la guagua era una verbena. Risas y fiestas. Piropos a las muchachas que pasaban y⁣  saludos grotescos, groserías a los conductores que osaban amonestarnos.⁣ ⁣ Brillantes cabezas de domingo talladas en surcos de espuma. Fijado el pelo. Sueltas las lenguas. Y el aroma dulzón de las vírgenes entre las piernas.⁣ ⁣ Dulces domingos de tabaco y celuloide, novias y cotufas.⁣ ⁣ Largos domingos de tracas de pajas apuradas.⁣ ⁣ Subió el tercero. Delante de mi. Y vi cómo de repente se le contrajo la espalda. Se irguió y selló los labios.⁣ ⁣ Metió el bono en la ranura y se sentó.⁣ ⁣ Se le fueron los ojos al agua y apretó la dignidad entre los dientes, ausente de la algarabía del asiento trasero.⁣ ⁣ Bajó la guardia en el descanso cuando le estalló el último mixto a Pedro en la cara.⁣ ⁣ ¿Qué coño le pasa a éste?⁣ ⁣ ¿No te acuerdas del hijoputa de su viejo? Conducía la guagua.⁣ ⁣ 𝘔𝘢𝘳í𝘢 𝘎𝘶𝘵𝘪𝘦́𝘳𝘳𝘦𝘻⁣⁣⁣
Huele a madera de pino recién abierta. El chaplón de cemento bajo el árbol de Abuelo, la barra de la cantina de puertas bamboleantes atendida por bellas coristas, es el banco donde se reúnen los adultos en la sobremesa, el casino de los sábados por la tarde y el asiento favorito de los visitantes que vienen para ser felices. Allí llega el aroma del naranjo chino de Padre Juan, y Comadre Zenaida con la verdura, y la señora María con su cajita de dulces, que dicen no⁣  usa bragas y mea de pie, protegida por sus enaguas, un enorme tipi que se acerca por el camino cada jueves.⁣ Saboreo sus merengues pensando en su micción.⁣ En mi callejón jugamos todos. A la lotería, al dominó, al envite, al tejo, a la comba. Mi calle la construyó Abuelo en un campo de cereales. Podemos explorar las huertas y las cuevas del barranco, escondernos en los tarajales a fumar cacarecas, coger ranas sin acercamos a las charcas grandes, volar las cometas. ⁣ Mesitas de laja, vajilla de porcelana rota con potaje de